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martes, 29 de diciembre de 2009

RETRATO DE RICARDITO BUTTERFLY Y LOLA DEVORAMACHOS




(Inspirado en el cuadro “La frontera” de Javier Bueno)




RETRATO DE RICARDITO BUTTERFLY
Y LOLA DEVORAMACHOS


No hay muro ni alambrada
que marquen la frontera
pero posar, midiendo el territorio,
quisieron Lola y Ricardito.


Estos dos bichos raros del retrato
quiénes serán, preguntarán algunos
y no habrá de extrañarnos la pregunta
pues sorprendentes son, sin duda alguna,
y hallarlos no consigo en los tratados
de la más avanzada zoología.


Es coqueto el felino
y cuentan en la selva que lo han visto
midiendo su esbeltez en las aguas del río
y tiñendo sus labios con el jugo
de las fresas salvajes.


Para el pintor posó
envuelto en marabúes
de alocados colores,
remarcados los ojos
al modo faraónico
y con unas lentillas estridentes
capaces de epatar al mismo sol.


No hay duda de que es tierno
como una dulce geisha,
así lo afirman cuantos machos
gozaron de su cama, aun sabiendo
que el testimonio puede acarrearles

problemas en la jungla.




Lola Devoramachos,
la delicada mantis religiosa,
envidia desde siempre
la corpulencia y el rugido
de su extraño vecino.
No entiende tantos quiebros al andar,
tanta delicadeza en el leopardo
cuando ella sólo anhela
fuerza para tener
bajo dominio permanente
a los machos, que mueren tras amarla.


Disfrazando sus alas con lunares
y haciendo etéreos vuelos
pretende conquistar a Ricardito;
sabe que el sexo es su poder.


El felino no entiende su lenguaje
pero intuye peligro y se limita
a guardar las distancias
y marcar la frontera.


(Del libro "Mirar el Arte en Clave de Poesía".
Beturia Ediciones -2006-)




domingo, 6 de diciembre de 2009

SUEÑO A DOS VOCES



(Inspirado en el cuadro “Las hermanas García”
 de Javier Bueno)

SUEÑO A DOS VOCES

Fueron niñas hermosas las hermanas García,
Pepita y Carmen,
dueñas de noches lindas como fiestas
con un sueño a dos voces,
en el que se veían
señoras estupendas
de sedosas melenas
onduladas y rubias,
con cuerpos muy mimados
por tejidos de gasa, piel de ángel
y plumas muy costosas.

Tan fuerte y persistente fue el deseo
que, apenas transcurridos unos años,
despertaron un día
siendo aquellas que tanto desearon.

En una caja antigua,
entre trozos de cintas,
de puntillas y cromos,
guardaron la niñez y se marcharon
en busca de oropeles.

Fue proclamada Carmen
diosa de carteleras y vivió,
bajo la piel de cientos de mujeres,
a veinticuatro fotogramas
por segundo, 
una existencia loca.

La pícara Pepita reinó con sus cuplés
en renombradas salas y teatros.

Si famosa la hicieron
sus descocadas cancioncillas
no fue menor la admiración
por sus hechuras y belleza.

Tras haber rebasado toda meta
anhelaron el tiempo de la infancia
cuando aún podían soñar y hacer proyectos.

Volvieron al deseo
de ser las que ya fueron
y en su ilusión diaria
hallaron mil razones
para hacer soportables
sus años de declive.

A veces
transitar el camino es más hermoso
que llegar a la cima deseada.


(Del libro "Mirar el Arte en Clave de Poesía"
Beturia Ediciones- 2006)