
(Inspirado en el cuadro “Y ante mi soledad” de Ana Muñoz)
CUIDADO, QUE SE ACERCA
Si alertas el oído
aún se siente rugir entre las vías
aquel terror añoso.
Ella,
mujer de rama tierna y hoja fresca,
ignorante de aquella encrucijada,
miró la soledad y quedó inmóvil
como estuvo acordado desde siempre.
Por las cintas de plata
se desbocó el caballo
con sus crines de fuego.
Muchos han vuelto a verla desde entonces,
cristal con rostro y túnica de viento,
siempre en el mismo punto,
siempre la misma frase repetida
-Cuidado, que se acerca
-Cuidado, que se acerca
Detrás de la maleza, agazapada,
ríe la muerte aún, por su victoria.
(Del libro “Agonía de las Estaciones”
Beturia Ediciones – 1994)
1 comentario:
Felicidades por este poema. La descripción de la mujer con una frase me parece preciosa y el cuadro también lo es, con cierto aire de misterio que se reflejan perfectamente en tus versos.
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