(Inspirado en la fotografía de Saira Liaqat realizada por Emilio Morenatti)
HAY QUE AGUANTAR, SEÑORA
Hay que aguantar, señora,
atravesar el aro en llama viva
si lo cree conveniente el domador,
saltar sin red
y hacer perfecto el recorrido
desde algún campanario
o el balcón de su sexo,
y ser tan dócil como él quiera
a su mano de plomo
o el beso en el escote,
y tapiar con sonrisa y maquillaje
la humillación diaria,
hacer con ella al cielo
ofrenda agradecida y esperar
que decida clavarla en cualquier cruz
o prenderle una hoguera bajo el pubis
por el mero placer
de oler la chamusquina.
¿Es eso lo que dice el clero?
Ellos, tan palabra de Dios,
tan hechos a cilicio y latigazo,
tan adictos al gore celestial,
han decidido
que el contrato de amor
la amarra de por vida
al dolor y la sangre.
-¡Ah, se siente,
(le dirán)
pues no hubiese firmado!
pues no hubiese firmado!
(Del libro "Mirar el arte en clave de poesía"
Beturia Ediciones -2006)
6 comentarios:
Juan, este posteo es muy impresionante y revela el horror en toda su dimension. Impactante.
Te mando un abrazo.
La foto ya la conocía y es espeluznante. Tu poema toda una denuncia contra los malos tratos. Hay que denunciar, no aguantar.
Nunca deberíamos acostumbrarnos a escuchar en las noticias que ha habido una nueva victima de la "violencia de genero", ni ver sin que se nos encoja el corazón, fotografias como esta, pero desgraciadamente tu poema cobra actualidad cada día.
Gracias por tu abrazo, Carolina. Realmente lo que impacta es la locura que parece dominar a los maltratadores. Abrazos para ti tambien.
Es verdad, Graziela, la foto es conocida, lo terrible es que podría haber usado miles de fotografías, y todas hubiesen sido válidas para el poema, igual de dolorosas. Quiera Dios que mis versos, muy pronto, pueda tener validez solamente en el recuerdo.
La poesía, habitualmente, me sugiere aspectos más amables, bucólicos, romanticos... Por eso es casi más impactante leer en verso tan terrible lacra que algunos/as, todavía justifican o cierran ojos y oídos.
Buen trabajo, amigo.
Gracias, Pilara. Por desgracia, cada vez está más candente el tema, y las mujeres mueren sin que, al parecer, se le pueda ver el fin a tanta violencia de género.
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