TRES AÑOS DESPUÉS
Tres años ya que te marchaste
y tu voz
aún me araña en el costado.
Me ha crecido dolor en esta tierra
que inventaste baldía una mañana.
Está la casa como muerta.
A veces el silencio
me trae del corredor un eco de chancletas,
la percusión de tus pisadas
que nunca se borraron totalmente.
Retenida te tengo en el encaje
-el del estor de la ventana-
el único lugar por donde llega
un proyecto de sol hasta el hogar.
Son un tesoro para mí
las cosas que dejaste, las que ya no querías
-el ficus benjamina,
que tardo mucho en remontar tu ausencia,
las fotos que rompiste y yo pegué con mimo,
el primer disco que compramos-
detalles que salvé del “post balance”.
Cuando la tarde rompe en mi cadera
me vuelvo a preguntar en dónde estuvo el fallo,
y se me sienta al lado la nostalgia
mientras miro la tele y te recuerdo.
(Del libro "Agonía de las Estaciones", Beturia Ediciones, 1994)
Juan Calderón Matador
6 comentarios:
La última estrofa es una preciosidad.
El tiempo suaviza el dolor y nos muestra una cara más dulce del recuerdo.
Me ha gustado este poema de añoranza y ausencia.
En las pequeñas cosas que se dejan atrás a veces se encuentran los mejores recuerdos. Me gusta como escribes.
Yo creo que el fallo está en que nunca amamos lo suficiente.
Un bello poema.
J
¿Por que a veces lo que se quiebra es mas hermoso? nos revuelve lo de dentro y nos hace crearnos mas bellos.
Amigos, gracias a todos por vuestros comentarios cariñosos. Os quiero.
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